Mi relación con la música fue pasajera pero muy intensa.
Llegué a ese mundo, como suele ocurrir, de un modo casual. En aquellos años ochenta, en un Madrid sediento de libertad y lleno de ideas creativas, explotó el fenómeno cultural denominado; “Movida Madrileña”, Era muy difícil no conocer a alguien que no tuviese de forma directa o indirecta contacto con alguien que de algún modo se dedicase a la música o a cualquiera de las otras artes. Así fue en mi caso, unos amigos que crearon un grupo de rock de forma absolutamente autodidacta y sin ningún tipo de complejo.
Pronto quedó bacante la plaza de bajista; este es un instrumento que de primeras no es muy atractivo, de hecho, es el músico que menos liga y el menos llamativo, y así fue como adquirí mi primer bajo y mis primeros balbuceos musicales. Como suele ocurrir con este instrumento, cuando lo descubres a fondo y escuchas a grandes bajistas, te engancha irremediablemente y ves su grandísimo valor expresivo.
Comencé a ser muy selectivo en mis preferencias musicales y empecé a escuchar a grandes virtuosos del rock primero y a grandes músicos de jazz después. Tocar el bajo me llevó a músicas en las que este instrumento juega un gran papel con técnicas realmente impactantes como es el slapping.
En esta serie he incluido los instrumentos de grandes virtuosos tanto de la guitarra eléctrica como del bajo eléctrico y de diferentes estilos musicales. Hay muchos más, pero de alguna manera, estos son los que han hecho que yo entienda la música de una determinada manera.