Estoy seguro de que los juguetes con los que crecimos durante nuestra infancia han marcado definitivamente nuestra personalidad e incluso lo que somos.
No es lo mismo un niño que jugó con juguetes electrónicos sofisticados que uno al que le tocó jugar con un simple muñeco de trapo o que incluso, no tuvo juguetes. Esto no quiere decir que el niño agraciado haya desarrollado más su mente, probablemente sea todo lo contrario.
Un juguete puesto en otro contexto, como es el caso de esta serie, hace que nuestra mente recuerde aquellos años de infancia y estimule nuestro cerebro imaginando situaciones inverosímiles. Los niños siempre creímos que los juguetes cobran vida.
¿Quién no jugó con sus hermanos o amigos al típico “me lo pido” cuando veíamos los anuncios en la televisión antes de escribir la carta a los Reyes Magos o al Papá Noel?
Barbie en apuros
Evidencia de que los patos eran redondeados
¡Tira fuerte la peonza!
Buscando la pole position
Discrepción entre la gente
Vuenta ciclista en plomo
El disfrute de un buen día
Las guerras son cosas de mayores
"Si bebes no condussscas"
Un pequeño paso para un muñeco, un gran paso para la imaginación...
Viajando con mis sueños
Una de indios sin vaqueros